El Aventurero de Dios. San Francisco Javier. Pedro Miguel Lamet.

"¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida?"

Hoy, día 3 de diciembre, hace 460 años que Francisco Javier murió en la isla de Sanchón o Sancián, a las puertas de China. Pío XI lo declaró en 1927 patrono de las misiones.

Today, December 3, 460 years ago that Francisco Javier died  on Sancian or Sanchón Island,  the doorstep of China. Pío XI in 1927 declared him Patron of the Missions.

Tras haber leído esta magnífica novela histórica que recrea la época y la vida del hombre al que admiro, quedé tan impactado que escribí al autor para darle las gracias. Él, Pedro Miguel Lamet, me contestó.

After reading this magnificent historical novel, that recreates the life and times of a man I admire, I was so impressed that I wrote to the author to say thank you. He, Pedro Miguel Lamet, answered me.

Hoy quiero compartir ambos correos. Sea mi homenaje a San Francisco Javier y a todos los misioneros. Quizá alguien se sienta animado a leer acerca del hoy venerado Aventurero de Dios.

Today I want to share the two emails.  May they be my tribute to San Francisco Javier and all missionaries. Maybe someone feel encouraged to read about today´s honored Adventurer of God.

de:		Enrique Soto
para:		Pedro Miguel Lamet
fecha:		21 de enero de 2007 09:23
asunto:		Gracias por El aventurero de Dios
enviado por:		gmail.com

Me atrevo a escribirte y a saludarte como tú me saludas desde tu web porque no puedo menos que rendirme al impulso de darte las gracias.
Acabo de leer tu libro "El aventurero de Dios". Lo he leído con pasión. Ya había leído yo de niño una biografía de San Francisco Javier y desde entonces le tenía una simpatía especial, a él y a San Francisco de Asís. Pero en tu libro le he redescubierto aún más fascinante y real a la vez. Al final he llorado a lágrima viva. Esto tiene mucho mérito porque, aunque yo creo que soy muy sensible, lo cierto es que no soy capaz de exteriorizarlo. Puedo contar las dos o tres veces que he llorado en mi vida adulta. Ésta es una de ellas. Y es un milagro. Mi padre murió hace dos meses. No derramé ninguna lágrima. Pero empezó a dolerme la cabeza. Cada día un poco más. Un día decía que era porque había dormido mal. Otro día decía que sería porque estaba incubando una gripe la cual luego no llegaba. Un día ya me asusté porque se me movía la imagen, veía destellos y agujeros negros. Entonces fui al médico y descubrió que se me había disparado la tensión. Tenía 150/105. Tomé pastillas para el dolor de cabeza después de 15 años sin tomar ningún medicamento y lo orgulloso que yo estaba de ese record. Quité la sal de las comidas y dejé el café. Pero no quise tomar pastillas para bajar la tensión. Estaba seguro que esta hipertensión descompensada era a causa del duelo por mi padre, eran las lágrimas retenidas. Ya se me pasaría. Hoy en el último capítulo de tu libro se me han desbordado todas y he llorado como un niño. He llorado incluso con el apéndice. Es otro milagro de San Francisco a través de tu pluma. Me siento curado. Gracias a los dos. 

de:		Pedro M. Lamet
para:		Enrique Soto
fecha:		21 de enero de 2007 11:39
asunto:		Re: Gracias por El aventurero de Dios

Querido Enrique:
Acabo de leer tu carta y ha sido como estrenar esta mañana de domingo. Aunque la gente crea que los escritores andamos en palmitas, en realidad nuestra vida es muy solitaria. Horas y horas ante el ordenador con días más inspirados que otros y en realidad con escaso reflujo de la repercusión de lo que escribimos. Por eso agradezco tu correo y la sinceridad que respira. A veces en la vida una casualidad, un paisaje, una melodía, un libro pueden convertirse en esa válvula que abre "el saco de las penas" o que te conecta con lo indecible. Me ha pasado muchas veces con mi biografía de Arrupe en la que me he sentido un mediador entre el lector y este contemporáneo increíble. Hasta el punto de que algunos me escriben que el contacto con él a través de mi libro les ha cambiado la vida. Y algo parecido con "Las palabras calladas", pues la gente tiene una visión muy pía y poco humana de María la madre de Jesús. Pero del de Javier, por lo largo y por lo que tiene también de libro de aventuras, no me había llegado una reacción así.
Gracias pues por tu comunicación que me ayuda mucho y me anima a seguir escribiendo. Me tienes para lo que quieras. Un abrazo fuerte de
Pedro Miguel Lamet