El 28 de noviembre de 1945, 38 familias, 220 personas, abandonaron a la fuerza su pueblo y el de sus padres y el de los padres de sus padres durante… 1000? 2000? 3000 años? Fueron llevados en treinta vagones de tren hacia otro lugar, en otra región, donde deberían volver a echar raíces. Deberían.
Pero cada año alguien vuelve, de visita. Cada año se convoca un concurso poético: “versos a Oliegos”. Cada año… No. Siempre. Los recuerdos se quedan siempre. El espíritu de los ancestros se quedó para siempre. Las piedras se quedaron. La tierra se quedó.
A cambio, en 1947 se llenó de agua el Pantano de Villameca. Agua para regar La Cepeda. Producción de energía hidroeléctrica. Garantía de abastecimiento de agua potable para las poblaciones. Pesca y otros deportes acuáticos. Progreso para todos.
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Aquí lo vemos rebosante, aunque hoy esté prácticamente vacío. |
Este seco invierno ha vaciado tanto el embalse que da miedo; si no empieza a llover, no tendremos agua por el verano ni para beber.
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Es un embalse relativamente pequeño, su capacidad es de 20 Hm3.
proporcionado a las pequeñas necesidades de la comarca.
El 12 de abril tenía 3,5 Hm3. En la misma fecha hace un año tenía 19 Hm3.
La media de los últimos diez años es de 14,7 Hm3.
Viernes, 13 de abril de 2012. |
El nivel ha bajado tanto que el pueblo de Oliegos ha quedado al descubierto. Lo hemos visitado y un escalofrío recorrió nuestra piel.
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un escalofrío recorrió nuestra piel |
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los restos del pueblo emergen con la sequía |
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Las piedras se quedaron |
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La tierra se quedó |
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un monumento en acero corten para que los demás no olviden |
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que somos los mismos |
Invito a ver también esta entrada acerca de la misma experiencia:
Faith to be Strong
Me gusta mucho tu blog, lo encuentro muy interesante, así que con tu permiso me hago seguidora.
ResponderEliminarUn saludo.
Acabo de leer el reportaje en el blog de Mary, y que pena de estos pueblos y de esas personas que arrancaron por la fuerza de la tierra que amaban y querían... precioso post, con mucho sentimiento. Un abrazo Enrique.
ResponderEliminarEs una autentica pena tener que dejar tu tierra, donde tienes proyectos de futuro junto a los tuyos y enterrada a tu gente y tener que iniciara una nueva vida alegados de esa lugar que tanto querían.
ResponderEliminarBuena entrada y reconocimiento a todo ese pueblo.
Esas vacas hay que ponerlas, que han costado lo suyo.
Saludos.
No tiene que ser facil dejar tus raices y saber que nunca ma sodras volver porque no habra nada... No me hubiera gustado nada estar en su lugar.
ResponderEliminarMe gusta como cuentas las cosas,volvere. Un bessito
Hola Enrique.
ResponderEliminarBonita colección de paisajes. Buen trabajo, amigo.
Un abrazo desde Doña Mencía
Encarna, bienvenida al grupo. Tu blog también me ha gustado mucho y no lo voy a perder de vista.
ResponderEliminarCarlos, Jesús, Men, tenéis razón, el tener que marchar de tu tierra cuando no quieres hacerlo es una pena, una herida que no se cierra. Otra cosa es que sea necesario o que no haya otro remedio.
Jesús, estate al tanto porque pondré esas vacas, son una raza con unos cuernos muy grandes.
José Manuel, es verdad que el paisaje de los restos de un pueblo sumergido es impresionante.
Gracias por comentar. Un abrazo.
buen blog Enrique, maravillas vistas. seguire tu blog. Saludos Conil ( cadiz). ve mi blog
ResponderEliminarbravo ,un bonjour de france,ma grand mere Eleonore Perez Magaz,la fille de Clemente Magaz est née a OLiegos
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