Quien no conoce abuela no conoce cosa buena.
Abuelita |
Para todos sus nietos, ella era "abuelita".
Sí, en mi pueblo, entonces, cuando la lengua leonesa era lo normal aunque los maestros en la escuela se esforzaban por corregirnos el habla, el diminutivo se hacía en -in -ina, pero a mi abuela la llamábamos "abuelita". Sin duda que tiene una explicación desde la lingüística o desde la sociolingüística. No importa ahora, hoy solo expongo el hecho.
A mi abuela le encantaban los niños, decía que en todas las casas debía haber siempre algún niño. Pero cuando nos juntábamos muchos primos y hacíamos trastadas, se enfadaba un poco y decía "¡ay castrones!".